Este marido lleva ya un tiempo mosqueado con su esposa. Ella se arregla mucho últimamente y sale a la calle más de lo habitual. Con la escusa de que viven al lado de la playa, ella sale a andar todos los días. Esta tarde ella ha vuelto a salir a pasear por la playa y su marido ha decidido seguirla para ver donde va. Durante un rato ella ha estado paseando por la orilla tomando el sol y mojándose los pies en el mar. Después de 20 minutos espiándola él marido decide que es hora de volver, pero justo en ese momento ella se para a hablar con un chico joven. Se queda un rato observando y no parece que haya nada raro, el chico lleva una cámara de fotos y parece turista, así que piensa que quizás le esta preguntando por algún sitio al que ir, pero de repente el chaval le da un cachete en el culo a su señora y los dos se van en dirección al final de la playa, donde hay una zona de rocas y montañas bastante escondida. Como no puede ver donde se dirigen, sube corriendo a la parte alta de la montaña, para ver si desde allí puede observarles sin ser visto.
Al llegar a la cima se encuentra la imagen que todo cornudo no desearía ver jamás, su mujer esta apoyada contra una pared y el joven le está metiendo la polla desde atrás, embistiéndola una y otra vez haciendo que sus tetas se balanceen suavemente. Se sorprende cuando no es capaz de retirar la mirada, sus ojos se quedan clavados mirando como su mujer recibe el rabo de su amante y pone cara de placer. La muy golfa se ve que está disfrutando mucho de esta cogida tan sabrosa. Por fin el chico se retira y se corre sobre la arena. El esposo confundido se gira para volver a casa pero al mirar de reojo, ve que el joven se la ha vuelto a meter a su señora y van a por un segundo polvo. La madre que lo pario, encima es capaz de follarse dos veces seguidas a su madurita mujer, la rabia le corroe por dentro, pero sin darse cuenta se ha sacado la polla de su pantalón y se está pajeando como un auténtico voyeur viendo como un chico joven se folla una y otra vez a su mujer.